La cadera es una articulación en la que el hueso de la pierna se une a la pelvis, esta posee varios medios de unión y armonización que, cuando se ven afectados, cursan con síntomas que imposibilitan el movimiento, lo cual repercute negativamente en la funcionalidad y calidad de vida de quien las padece, tal es el caso de la trocanteritis una patología que en nuestra clínica de fisioterapia en Bilbao abordamos y tratamos de manera oportuna, a través de la aplicación de diversos tratamientos y bajo el concepto integrativo de Fiit Concept.
Asi pues, te recordamos que en FisioClinics Bilbao contamos con profesionales expertos en técnicas de tratamiento osteopático ideales para la aplicación en este y otro tipo de lesiones.
¿En qué consiste la trocanteritis?
Como se mencionó anteriormente, la articulación de la cadera tiene dos componentes óseos básicos que son; una cavidad en el hueso de la pelvis llamado acetábulo y una esfera en el fémur (hueso de la pierna) que encajan entre sí, esta se rodea de una bursa, una especie de bolsa con líquido sinovial que se encarga de proteger la articulación del roce al realizar los movimientos.
El fémur, por su parte, tiene una prominencia ósea llamada trocánter que se sitúa en la parte superior y lateral de este, en la cual sé van a insertar tendones de músculos de la cadera, Entonces la trocanteritis o también llamada bursitis trocánterea se trata de la inflamación del trocánter mayor del fémur y de la bursa que lo protege, haciendo que se produzca un derrame articular de líquido sinovial.
Signos y síntomas que se presentan en la trocanteritis
Como en otras lesiones el síntoma principal de la trocanteritis es el dolor, este se presenta en la zona lateral de la pierna, es decir fuera del muslo, otros síntomas presentes son:
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Cojera o dificultad para caminar
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Rigidez en la articulación de la cadera
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Inflamación y tumefacción de la zona afectada
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Aumento de la sensibilidad en la zona externa del muslo
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El dolor puede irradiarse hacia la rodilla
¿Qué causa la trocantéritis o bursitis trocánterea?
Las causas y factores que determinan la aparición de la trocanteritis son:
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Traumatismos repetitivos sobre la zona del muslo
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Sobrecarga articular por exceso de peso
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Dismetría de piernas, lo que hace que se necesite mayor esfuerzo para caminar y se inflame más fácilmente la articulación
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Sufrir de artrosis o artritis de cadera
La trocantéritis genera dolor al realizar movimientos comunes como subir y bajar escaleras.
Tratamiento de la trocantéritis
Una vez que los síntomas estén instaurados será necesaria la búsqueda de atención médica, el profesional sanitario se encargara de evaluar los síntomas; en casos leves de la lesión, el tratamiento conservador será el fisioterapéutico, el profesional de salud lo remitirá a nuestro centro de Fisioterapia FisioClinics Bilbao, mientras que en otros casos podría ser necesaria la infiltración con corticoides y en los más severos será inminente la necesidad de una intervención quirúrgica.
¿En qué consiste el tratamiento mediante la osteopatía?
Para comenzar con el tratamiento rehabilitador con osteopatía en una trocantéritis, será fundamental la realización de una valoración previa, en la que se analizaran las alteraciones biomecánicas de la extremidad inferior, y principalmente las alteraciones estructurales que puedan existir en el sacro y los iliacos.
Posterior a ello se utilizarán pruebas osteopáticas para evaluar individualmente la articulación coxofemoral, la musculatura de la cadera, en busca de contracturas y tests específicos para determinar que tratamiento es más favorable en cada caso.
El tratamiento de la trocantéritis debe ser individualizado, enfocándose en las características de cada paciente.
El tratamiento osteopático de la trocantéritis incluirá:
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Trabajo muscular: para elongar aquella musculatura que se encuentre retraída, contracturada y acortada, a través de ejercicios de estiramiento, además una vez que los primeros síntomas desaparezcan se realizarán ejercicios de fortalecimiento para aumentar la fuerza muscular.
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Alimentación: será necesario implementar una dieta nutritiva en la que se aumente el consumo de proteínas que ayuden en la recuperación muscular, así como de frutas y verduras que aporten vitaminas y nutrientes para la regeneración del tejido y el trabajo celular que se requiere en los procesos inflamatorios, sin olvidar por supuesto la ingesta de una buena cantidad de agua la cual es de vital importancia para el organismo en general.
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Movilizaciones: Tanto pasivas como activas, según sea el caso, para mejorar la movilidad de la articulación, eliminando restricciones presentes a consecuencia de periodos largos de inmovilidad.
El tratamiento también puede estar acompañado de la aplicación de otras técnicas y métodos fisioterapéuticos que serán de gran ayuda, como lo son:
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Aplicación de agentes físicos: Como la crioterapia y electroterapia que aliviarán los síntomas dolorosos.
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Ultrasonido terapéutico, el cual moviliza las células.
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Ondas de choque: para la regeneración de los tejidos
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Drenaje linfático manual: para eliminar el exceso de líquido extracelular presente por la inflamación.