La disfunción eréctil es aquella incapacidad de conseguir o de mantener una erección del pene para un desempeño sexual satisfactorio. El uso de las ondas de choque resulta un método innovador para tratar está patología y lo puedes encontrar en nuestro centro de fisioterapia en Bilbao guiado por nuestros profesionales expertos en el área que te ayudarán con éste problema.
¿Por qué el uso de las ondas de choque para esta condición?
La disfunción eréctil (DE) es considerada, después de la eyaculación precoz, uno de los problemas más frecuentes en el hombre en el ámbito sexual. Su causa suele estar relacionada a problemas orgánicos, principalmente por enfermedades de origen vascular, pero también puede estar asociado a causas de origen psicológico, neurológico o por hábitos de su vida diaria. El uso de las ondas de choque para esta condición se originó debido a la existencia de pacientes que no respondían con eficacia a los fármacos usados para tratarla.
Su causa puede estar asociada a causas de origen psicológico, neurológico o por hábitos de su vida diaria
Esta afección compromete la calidad de vida, la autoestima y la relación de pareja de quien la padece. Su prevalencia está comprendida entre 30 y 35% en pacientes de edades entre los 18 y 48 años, y con el tiempo aumenta proporcionalmente. Los factores de riesgo asociados con la DE son: antecedentes cardiovasculares, síndrome metabólico, diabetes mellitus y depresión.
¿Qué causa la disfunción eréctil?
La erección se comprende como el aumento del volumen de los cuerpos cavernosos, constreñidos por la túnica albugínea, porque origina un aumento de la presión intravenosa y la tensión en dicha túnica, tanto axial como circunferencialmente.
La gran mayoría de los casos de disfunción eréctil tienen origen orgánico el cual está relacionado con enfermedades de procedencia vascular, debido a disminución del flujo sanguíneo peneano.
Además de ello, algún factor psicológico (que se da principalmente en jóvenes), neurológico u hormonal, o alteraciones en el cuerpo cavernoso puede ser también un desencadenante de la DE.
Ondas de choque como tratamiento de la DE
La mayoría de los pacientes con esta condición responden satisfactoriamente a los fármacos y tratamientos disponibles para tratarla, los inhibidores de 5-fosfodiesterasa (IPPE 5), agentes vasodilatadores intracavernosos inyectables y hasta prótesis de penes que son algunas de las opciones que se suelen presentar para la DE.
Las ondas de choque, con la cual contamos en FisioClinics Bilbao, son una alternativa presentada en la actualidad que pueden ayudar al tratamiento de esta condición, las cuales pueden ser usadas de diferentes modalidades, bien sea de alta, mediana o baja intensidad.
Las ondas de choque de alta intensidad son usadas normalmente para tratar cálculos biliares, pancreáticos y parotídeos, para la unión de huesos y el tratamiento de la pseudoartrosis. Fueron usadas por primera vez por Chaussy para tratar cálculos renales sin cirugía abierta, el procedimiento recibió como nombre litotricia extracorpórea por ondas de choque y está basada en su naturaleza destructiva mecánica enfocada.
Las ondas de choque de mediana intensidad, poseen propiedades antiinflamatorias y son usadas para el tratamiento de condiciones ortopédicas, como tendinitis, bursitis y hasta fracturas que no se encuentran unidas.
Las ondas de choque de baja intensidad generan un impulso de presión y transportan energía cuando se propagan a través de un medio. Su grado de enfoque se puede modular de manera no invasiva, cuando estás ondas son aplicadas en un órgano, interactúan con los tejidos profundos y accionan como microfuerzas mecánicas transitorias que desencadenan múltiples cambios biológicos.
Poseen propiedades angiogénicas y son usadas para el tratamiento de heridas crónicas, tejido cardíaco isquémico y neuropatías periféricas.
Las ondas de baja intensidad disparan una cadena de acontecimientos que conllevan a la liberación de factores angiogénicos, que proporcionan una nueva vascularización de los tejidos afectados y como consecuencia generan una mejoría en la circulación sanguínea. Por esta razón se derivó el uso para el tratamiento de la disfunción eréctil, aplicando estas fuerzas a los cuerpos cavernosos con el fin de otorgar una mejoría del flujo sanguíneo en el pene y la función endotelial mediante la estimulación con ayuda de la angiogénesis.
Los efectos de estas ondas de choque de baja intensidad son:
- Regeneración axonal.
- Reducción del estrés oxidativo y la inflamación.
- Mejora de las conexiones capilares.
Esta nueva vascularización permite un mejor flujo sanguíneo en el pene, favoreciendo de esta manera su erección y por lo tanto mejorando su actividad sexual. Se ha podido evidenciar que pacientes que han usado solo ondas de choque han podido disfrutar de una erección adecuada sin el uso de los inhibidores de 5-fosfodiesterasa, al igual que aquellos que anteriormente ya no presentaban respuesta satisfactoria a dicho fármaco.
Por lo tanto, podéis llegar a la conclusión que las ondas de choque de baja intensidad son efectivas para la DE, ya que intervienen en la fisiopatología de esta enfermedad y representan una alternativa eficaz para tratar está condición y de esta manera pueden contribuir en la mejora de la calidad de vida y autoestima de la persona que la padece.