Con la llegada de diciembre, Bilbao se llena de planes para toda la familia, y especialmente para los más pequeños. Uno de los más esperados es el Parque Infantil de Navidad, que regresa al BEC con un sinfín de propuestas lúdicas y educativas. Este espacio combina diversión, valores y tecnología en un entorno festivo pensado para niños de todas las edades. Puedes obtener más información sobre esto aquí.
La emoción del juego libre, las actividades físicas y los espacios dinámicos tienen enormes beneficios para el desarrollo infantil. No obstante, también suponen un entorno donde pueden aparecer lesiones si no se toman ciertas precauciones. Desde la fisioterapia, es fundamental fomentar la movilidad segura, prevenir el sobreesfuerzo y actuar ante los primeros signos de dolor o molestias.
Lesiones frecuentes en actividades infantiles de invierno
En entornos como parques navideños, colchonetas, hinchables o zonas de escalada, los niños tienden a moverse de forma intensa y muchas veces impulsiva. Esa espontaneidad, aunque natural y saludable, también puede llevar a sufrir pequeños accidentes.
Entre las lesiones infantiles más frecuentes durante estas fechas se encuentran los esguinces de tobillo o muñeca, provocados por caídas mal amortiguadas al saltar o correr. También son comunes las contusiones, sobre todo en la cabeza, rodillas y codos, que se producen por choques entre niños o golpes contra estructuras. Además, puede haber sobrecargas musculares en piernas o espalda, sobre todo si el niño repite durante mucho tiempo una misma actividad de impacto, como los saltos.
Otro grupo de lesiones menos evidentes, pero también importantes, son las pequeñas luxaciones o microtraumatismos, que no siempre se manifiestan inmediatamente con dolor agudo, pero que pueden generar molestias en los días siguientes.
Factores que aumentan el riesgo de lesión en Navidad
El contexto festivo favorece un entorno de sobreestimulación sensorial y física. Los niños, al estar expuestos a tantas luces, sonidos, juegos y otros niños, se activan más de lo habitual. Esto, sumado al uso de ropa inadecuada (como calzado nuevo o poco flexible, bufandas largas, abrigos que limitan el movimiento), puede dificultar que el cuerpo responda bien ante un desequilibrio o un mal gesto.
Además, el frío característico del mes de diciembre también es un factor a tener en cuenta. Las bajas temperaturas reducen la elasticidad muscular y la capacidad de reacción, aumentando el riesgo de tirones o contracturas, especialmente si no se realiza ningún tipo de calentamiento previo antes de iniciar el juego activo.
Por otro lado, es habitual que en eventos como el Parque Infantil de Navidad se concentren muchas personas, lo que puede dificultar la vigilancia directa por parte de los adultos y generar situaciones de riesgo por colisiones o uso indebido de las atracciones.
Prevención: la clave para una diversión segura
La mejor forma de evitar lesiones en niños es la prevención activa. La fisioterapia infantil promueve una serie de medidas que las familias pueden aplicar fácilmente durante este tipo de actividades.
Uno de los aspectos más importantes es la supervisión constante. Aunque el espacio parezca seguro, la presencia cercana de un adulto permite detectar a tiempo comportamientos peligrosos o signos de fatiga. También es fundamental preparar físicamente al niño antes de comenzar a jugar: un pequeño calentamiento, como caminar unos minutos o mover las articulaciones de brazos y piernas, puede mejorar la respuesta muscular y reducir el riesgo de lesión.
El calzado también juega un papel importante. Se debe optar por zapatillas deportivas con buena sujeción y suela antideslizante. Es preferible evitar botas duras o zapatos nuevos que no estén adaptados al pie del niño. En cuanto a la vestimenta, debe ser cómoda y permitir libertad de movimiento.
En actividades de impacto, como camas elásticas o zonas de salto, conviene limitar el tiempo de juego continuo. Hacer pausas cada 10 o 15 minutos ayuda a que las articulaciones descansen y previene el exceso de carga muscular. También es útil enseñar a los niños cómo aterrizar correctamente después de un salto: caer con las rodillas flexionadas y sin apoyar las manos hacia atrás puede evitar esguinces y luxaciones.
¿Qué hacer si aparece dolor?
Si, tras la actividad, el niño se queja de dolor persistente en una articulación, muestra inflamación localizada o tiene dificultad para moverse, es importante aplicar frío local en la zona afectada durante 10-15 minutos y evitar esfuerzos en las siguientes 24 horas. Si los síntomas no remiten o se intensifican, es recomendable consultar con un fisioterapeuta infantil.
Las lesiones no tratadas a tiempo pueden derivar en compensaciones posturales o alteraciones del patrón de movimiento que, aunque no sean evidentes de inmediato, pueden tener repercusión a medio plazo en el desarrollo motor del niño.
El papel de la fisioterapia infantil
La fisioterapia infantil no solo trata lesiones una vez que se han producido, sino que también cumple un rol preventivo y educativo fundamental. Un profesional especializado puede valorar el estado del niño, aplicar técnicas adaptadas a su edad y diseñar ejercicios suaves para recuperar movilidad, fuerza y confianza en el movimiento.
Además, puede asesorar a los padres sobre hábitos posturales, rutinas de calentamiento, tiempos de descanso adecuados y señales de alerta a las que prestar atención tras una jornada de actividad intensa.
Si después de las fiestas navideñas tu hijo presenta molestias, ha sufrido una lesión o simplemente necesitas una valoración profesional, en Fisioclinics Bilbao contamos con un equipo especializado en fisioterapia infantil. Nuestro objetivo es garantizar que los más pequeños puedan seguir explorando, jugando y creciendo con seguridad, recuperando su bienestar de forma natural y efectiva.












































